La investigación recorre desde una perspectiva de género e Historia Local, las huellas del peronismo femenino perfiladas por las mujeres del partido de Pergamino, en sus prácticas políticas en el espacio público y en el período histórico que va de 1944 a 1955.
Este análisis contempla sus diferencias de clase y su imbricación en el espacio territorial, en una relación permanente con la realidad política provincial y nacional. También se evidencian las tensiones de género que atravesaron las prácticas en su relación con los espacios masculinos y en la apropiación de la ciudadanía política.
Al circunscribir el escenario de análisis al partido de Pergamino, ubicado al Norte de la provincia de Buenos Aires, se propone nutrir la historiografía con la diversidad regional y, asimismo, discutir y matizar otras investigaciones que se centraron en el ámbito local.
Para este estudio se privilegió el enfoque de la historia local para conocer los pasos de los miles de sujetos que trajinaron ese tiempo y ese lugar con sus particularidades culturales.
Desde esa perspectiva teórica metodológica se puso en diálogo a les actores entre sí y con el contexto local y supra local desde los cuales se contenían y desenvolvían sus acciones.
Las fuentes incluyen periódicos locales, documentos institucionales, fotografías de archivos personales y relatos orales.
La escala acotada desde donde se observó la militancia femenina, permitió escuchar hasta las voces más alejadas de los lugares donde se ubicaban los sectores dirigenciales. Lo cual generó una mirada enriquecedora en torno a diferentes categorías de análisis en su relación con el campo de observación. Las concepciones elaboradas por las mujeres en su papel de sujetos políticos fueron analizadas desde los comportamientos que ellas desarrollaron en cada una de sus prácticas. Modalidad esta que las registras en toda su diversidad de acción.
El desenvolvimiento del peronismo femenino en el partido de Pergamino fue registrado de acuerdo a la trayectoria de formas organizativas sustanciadas en diferentes momentos del período analizado:
1. 1944-1946 Actos de adhesión al coronel Perón y campaña electoral de 1946
2. Organización de las primeras formaciones femeninas: Centros Cívicos, Comités, Ateneos. 1946-1950
3. Organización de las Unidades Básicas Femeninas dependientes del Partido Peronista Femenino 1950-1955
4. Unidades Básicas Mixtas 1946-1955
La participación masiva de las mujeres en la militancia dentro del peronismo configuró un quiebre significativo en la hegemonía masculina. Se constituyó así, en un momento bisagra al convertir a las mujeres en sujetos activos de la política. Donde preciso es marcar, existía un significativo y generalizado predominio masculino. El universo de varones se caracterizó por fuertes disputas entre sí, a fin de ejercer el poder hegemónico en el peronismo de Pergamino. En consecuencia, el estudio debió desentrañar las connotaciones de género que atravesaron esas disputas, y las consecuencias de esas prácticas en la política.
Al entender el género como organizador de las prácticas sociales, fue preciso describir de qué manera las mujeres articularon con la dirigencia masculina. Pero señalando, que el universo político está diseñado por un orden androcéntrico que determina el contrato social y político sobre el que se construye la sociedad y el que, además, funda la creación del Estado y el juego propio de la política.
Las agrupaciones femeninas en consecuencia, para enfrentar esas prácticas genéricas impulsaron organizaciones separadas de las masculinas, con autoridades exclusivamente femeninas, durante todo el proceso del gobierno peronista. Si bien a partir de la creación del Partido Peronista Femenino en 1949, fueron claramente direccionadas por Eva Perón. Sus desenvolvimientos, sin embargo, mostraron particularismos locales al organizarse estableciendo alianzas con las facciones masculinas. La realidad quedó registrada en Pergamino por algunos locales que compartieron, o el pago por parte de los varones del alquiler de otros y especialmente en los oradores que acompañaron los actos organizados por la dirigencia femenina.
En este juego intragenérico las mujeres elaboraron estrategias que tensionaron la hegemonía masculina. En primer lugar, impulsaron una afiliación masiva recorriendo los barrios y las 12 localidades rurales del partido de Pergamino. Desde 1946 se abrieron múltiples organizaciones femeninas, primero Comités y Centros Cívicos y a partir de 1950 siete Unidades Básicas Femeninas dependientes del Partido Peronista Femenino, sumándose las Unidades Básicas mixtas instaladas en las casas de las y los militantes llegando hasta los barrios más apartados. La fervorosa participación femenina impulsó una significativa ocupación territorial del peronismo en el partido. Convalidada por las estrategias desarrolladas por las mujeres para construir poder. Como fueron la significativa cantidad de afiliaciones obtenidas, la alta concurrencia de adherentes a las Unidad Básica Femenina, los actos partidarios con amplia asistencia de público. Reforzadas estas prácticas por la decisión de Eva de designar una candidata femenina, constituyendo la única legisladora electa representando Pergamino a nivel provincial. En tanto un sindicalista de una de las facciones fue electo diputado nacional.
Así lo descripto, podría interpretarse como una cuña insertada en la hegemonía masculina en el largo camino de las mujeres por construir poder.