1. Experiencias y resistencias socioeducativas

Educación Sexual Integral (ESI) en la Universidad: ¿para qué?

  • Agustina Belén Sancricca (Universidad Nacional de General Sarmiento)
  • Iara Saldungaray (Universidad Nacional de General Sarmiento)
Resumen

Sancionada en el año 2006, la Ley 26.150 crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI), estableciendo que todes les estudiantes, desde el Nivel Inicial, hasta el Superior de Formación Docente, tienen derecho a recibir educación sexual integral en establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada, de jurisdicción nacional, provincial y local. Dicha propuesta pedagógica supone abordar los contenidos de manera transversal, y en espacios específicos, incluyendo el desarrollo de saberes y habilidades basados en cinco ejes conceptuales: el cuidado del propio cuerpo; la valoración de las emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el reconocimiento de la perspectiva de género; el respeto de la diversidad; y, el ejercicio de los derechos concernientes a la sexualidad.
Ahora bien, pero ¿qué sucede en el Nivel Universitario? Como se mencionó anteriormente, el Programa Nacional de Educación Sexual Integral no contempla al ámbito universitario dentro de lo que significa la obligatoriedad, siendo decisión de cada universidad incorporarlo, o no, en su oferta formativa. En este sentido, pensar en la inclusión de la ESI como parte de los contenidos de las carreras universitarias, supone el enfrentamiento con dos cuestiones centrales: la autonomía universitaria, y la libertad de cátedra.
Estos dos conceptos, convertidos en bastiones que implicaron luchas en las que existieron sentidos en disputa en distintos momentos históricos en Argentina (Ruiz y Cardinaux, 2010), parecerían ser suficientes para dar cierre a cualquier posibilidad de apertura, revisión, o inclusión de temas vinculados a la educación sexual dentro de las carreras universitarias. Asimismo, detrás de ellos, muchas veces se esconden resistencias, principios de autoridad, lógicas de poder, formas de concebir la transmisión y el pasaje de la cultura entre generaciones. Sin embargo, en una sociedad como la actual, atravesada por desigualdades y opresiones estructurales, la incorporación de la perspectiva de género, de manera integral y transversal, se presenta fundamental a la hora de formar futuros profesionales.
De este modo, comprendiendo que los cambios necesarios no son sólo sociales y culturales, sino también institucionales, hace algunos años, distintas universidades nacionales han incorporado de manera progresiva, pero no completa, ni transversal, la perspectiva de géneros en su oferta educativa. El presente trabajo se encuentra enmarcado en el proyecto de investigación Picto Género 010: “Universidad, propuesta académica y género desde la perspectiva de docentes y estudiantes. Estudio exploratorio y comparado entre universidades (UNGS, UNR, UNRC)”, enfocado en analizar y comprender el alcance e impacto de los dispositivos de formación en perspectiva de género de docentes y estudiantes del nivel universitario de la Universidad Nacional de General Sarmiento, la Universidad Nacional de Rosario, y la Universidad Nacional de Rio Cuarto; evidenciando el modo en el que estos producen cambios culturales en las perspectivas de conocimiento plasmadas.
Este trabajo hará énfasis en una de las universidades mencionadas anteriormente, la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS). Dicha institución, ubicada en el partido de Malvinas Argentinas, en el Gran Buenos Aires, actualmente cuenta con una diversa oferta de proyectos de investigación, cursos y diplomaturas de formación continua con perspectiva de géneros disponibles para cada estudiante y/o graduado de la casa de estudios. A su vez, la institución ofrece dos asignaturas con perspectiva de género, optativas a todos los planes de estudio de las carreras de grado ofrecidas: Laboratorio Interdisciplinario en Temas de Género (Desigualdades, disidencias y derechos), y, Perspectivas de Género: Aportes y Debates.
Dichas instancias de formación, relativamente nuevas, reúnen a estudiantes de las distintas carreras ofrecidas, permitiendo el cruce de distintas trayectorias educativas, conocimientos, intereses, formas de vida y saberes previos. Ambas asignaturas constituyen un espacio formativo para producir conocimiento en el marco de procesos sociales reales, articulando la formación teórica conceptual, una aproximación a la investigación y la acción con la comunidad. A su vez, por tratarse de temas ligados al género y la sexualidad, el trayecto implica, necesariamente, la conmoción de subjetividades, poner en juego experiencias, historias y memorias personales, las cuales son abordadas desde una ética del cuidado y los derechos (Trejo y Dauder, 2018).
En este sentido, el propósito del presente trabajo es realizar un balance sobre los efectos que ambos dispositivos de formación han tenido sobre les estudiantes que transitaron por ellos. Para ello, se analizarán reflexiones personales que les alumnes han escrito al final de las cursadas, en torno a la experiencia de haber transitado por una materia con perspectiva de géneros en su trayecto formativo.
Se debe mencionar que dichos escritos han sido relevados durante ambos semestres de los años 2022 y 2023, y formaban parte de uno de los requisitos necesarios para aprobar la materia. En este sentido, si bien la actividad no implicaba ningún tipo de nota numérica, puesto que se trata de una instancia de reflexión sobre la propia experiencia, la misma era de carácter obligatorio para acreditar la asignatura.
A modo general, el análisis de las reflexiones ha revelado que les estudiantes que atravesaron alguno de los dispositivos mencionados anteriormente, o ambos, han manifestado que las asignaturas otorgaron a sus trayectos formativos herramientas conceptuales para poder analizar sus propias realidades y vida cotidiana. De esta manera, se identifica que, los contenidos abordados a partir del marco teórico y las dinámicas prácticas, han hecho posible la identificación de desigualdades al interior de sus unidades domésticas; así como también identificar y nombrar situaciones presentes, o pasadas, como experiencias violentas. Asimismo, ha aparecido en los escritos, cuestionamientos sobre las propias prácticas, tales como el reconocimiento de privilegios, que no sólo corresponden a la matrícula de estudiantes masculinos, sino también a mujeres. En el ámbito laboral, todas las reflexiones manifiestan el impacto de las asignaturas para identificar desigualdades, situaciones de violencia, misoginia y homofobia que antes no veían.
Finalmente, resulta interesante destacar que la mayoría de reflexiones se encuentran de acuerdo en el pedido de obligatoriedad de ambas asignaturas, en todos los planes de estudio de todas las carreras de la casa de estudio, afirmando que los contenidos trabajados son necesarios para todos los perfiles profesionales en formación.