1. Experiencias y resistencias socioeducativas

Formación docente continua de la Educación Sexual Integral. Un camino de luchas, militancias y resistencias desde la extensión universitaria

  • Mariela Andrea Carassai (Universidad Nacional de Quilmes)
Resumen

La promulgación de la ley 26.150 de Educación Sexual Integral fue una de las apuestas políticas más significativas que pone en cuestión las miradas dominantes sobre la sexualidad. El presente texto contendrá reflexiones vinculadas al territorio y al mismo tiempo, recomendaciones para profundizar su abordaje en el contexto actual.

La sanción de la ley de Educación Sexual Integral, generó condiciones para la revisión de contenidos y ciertas prácticas institucionales. La ESI, ha constituido la matriz para que comience a imprimirse una nueva perspectiva en la enseñanza de la sexualidad, partiendo de una concepción integral de la misma que promueve la vinculación de la sexualidad desde una perspectiva integral; que implica emanciparla de su reduccionismo biológico y genital, para enfatizar su carácter social y cultural.

De esta manera, el Programa Nacional de Educación Sexual Integral encarna institucionalmente una política pública orientada a verter en todo el sistema educativo a la educación sexual integral como un Derecho Humano.

Desde este marco normativo, conceptual pero también militante, se definió el proyecto de extensión denominado “De sexo sí se habla”. Esta propuesta, se desarrolla en articulación entre la Universidad Nacional de Quilmes y La Jefatura de la Región IV de la Provincia de Buenos Aires, que abarca las instituciones educativas de los distritos de Quilmes, Florencio Varela y Berazategui, desde el año 2010.

Si bien, de manera inicial, este proyecto comenzó realizando talleres para estudiantes de nivel secundario; posteriormente y a lo largo de todos estos años, el proyecto se fue reconfigurando e incorporando distintos niveles y modalidades.

Es así, que se incorporaron nuevos temas y niveles: el nivel inicial, el nivel primario, educación especial y formación docente, entre otras modificaciones. También se logró incorporar la extensión en la curricularización de la formación inicial de enseñanza de lxs estudiantes de los Profesorados de Educación, Ciencias Sociales, Comunicación e Historia de la Universidad Nacional de Quilmes en el proyecto de extensión; particularmente en el espacio de las prácticas.

Sin embargo, este proyecto ha transitado distintos avatares históricos signados por los cambios políticos, y la actualidad no es la excepción. La coyuntura actual, nos convoca a repensar el recorrido realizado, para fortalecer una política de sexualidad que impuso desafíos y al mismo tiempo sensibilizó a los educadores en general en temáticas tradicionalmente abordadas desde miradas estereotipadas.

El desafío para la incorporación de la Ley de Educación Sexual Integral, hoy más que nunca, consistirá en seguir profundizando su abordaje a través de contenidos y la reflexión, de manera transversal e inclusiva en todos los niveles. Para ello consideramos relevante el fortalecimiento en la capacitación docente, como así también que su incorporación en el currículum de formación inicial de docentes, de manera que las futuras generaciones de profesores egresen habilitados para integrar la educación sexual en su quehacer educativo.

La coyuntura actual, nos convoca a repensar el recorrido realizado, para fortalecer una política de sexualidad que impuso desafíos y al mismo tiempo sensibilizó a los educadores en general en temáticas tradicionalmente abordadas desde miradas estereotipadas. Será un recorrido que no estará exento de luchas, militancias y resistencias, que forman parte de tantas contingencias que ya se atravesaron y se tendrán por delante.


Por otro lado, pero siendo parte del mismo proceso, resulta imprescindible que la propuesta de trabajar temática de sexualidad en la escuela, no se agote sólo en una clase expositiva acerca del órgano reproductor masculino y el órgano reproductor femenino, dado que así, se circunscribe el abordaje y la comprensión desde la perspectiva de la genitalidad y limita la comprensión de la sexualidad como práctica y producción cultural.

En este sentido, resultó y resulta necesario generar procesos de reflexión, que permitan poner en discusión y tensionar las implícitas diferencias de género estereotipadas que forman parte de categorizaciones sociales, ya que a partir de ellos se adoptan ciertos valores, conductas entre otres, que condicionan las ideas acerca de la sexualidad. La intervención docente, en el marco de un proceso de trabajo con una mirada holística y compleja, trasciende y se integra a un proyecto pedagógico de Educación Sexual Integral más amplio, como desafío.

Por ello, generar instancias en la formación de la educación sexual de forma integral, vinculadas a acciones y reflexiones, que no sólo deben darse a través de contenidos sino también mediante la acción educativa que proviene del conjunto de interacciones que tienen lugar dentro de la escuela, y que conforman la cultura escolar.

Resulta imprescindible revisar e insistir respecto a las representaciones sexistas en la enseñanza, con el objeto de cuestionar los estereotipos tradicionales a los que subyacen la hegemonía masculina y la organización patriarcal; ampliando su conceptualización y procurando no sólo su vinculación a la salud sino también a los en los debates actuales de este campo y al avance en los derechos respecto a la sanción de nuevas leyes, que si bien sigue en construcción, ha avanzado en la producción de conocimiento y sus vinculaciones respecto al género.

La experiencia nos muestra que el formato de taller asumido, permite generar un espacio institucional en el cual les estudiantes, en base a un trabajo grupal cooperativo pueden complementarse situacionalmente y apropiarse de la información, dando lugar a la producción de un saber propio y colectivo. La práctica de los talleres pone en escena otra forma de enseñar y aprender, basada en la participación y en estrategias pedagógicas no tradicionales. Permite abordar la sexualidad no desde la perspectiva de la mera transmisión de la información, ni desde el lugar externo del experto, sino en base a la reflexión y análisis de las experiencias de les propios chiques, entendiendo a la sexualidad y al género como una construcción histórico-social que asume formas singulares de acuerdo a la comunidad de prácticas particulares que se generan por la interacción del grupo clase, les docentes y otros miembros de la escuela más directa y personalmente involucrados con el mismo.

El enfoque integral que entiende la sexualidad como un campo complejo y multideterminado, esto implica la posibilidad de contar con espacios y tiempos para reflexionar y planificar, e ir reconociendo las necesidades de acceder a recursos didácticos y capacitaciones. Asimismo, en cada escuela se puede pensar qué otras propuestas pedagógicas pueden hacerse eco de los propósitos formativos de la ESI; por ejemplo: en el proyecto institucional, en los programas socioeducativos que estén funcionando en la escuela, en los proyectos de educación no formal y de participación juvenil, en los proyectos extracurriculares, artísticos, entre otros.