Afectos negativos, liturgias deformes en la obra de Blas Aparecido
- Agustina G. Wetzel
En esta ponencia se compartirá una parte del cuerpo de obra del artista correntino Blas Aparecido en la que encontramos una serie de afectos negativos en lo que denominamos su liturgia deforme, un término que aglutina variables que atraviesan su obra en relación al tiempo, a lo queer y las formas de resistencia minúscula que plantea desde el arte. Sus múltiples altares (gorras intervenidas, altares portables, camperas) dan cuenta de una forma de hacerse cuerpos, de llevar obras sobre los cuerpos e inscribirlos así en una serie que disloca las clasificaciones y pone en jaque las tradicionales convenciones en torno a lo religioso, a la vez que cuestiona la función del poder gubernamental sobre los cuerpos maricas, lo que vemos en el uso de placas policiales o manoplas con púas conviviendo con llaveros de santos y cruces católicas. A partir de algunas de sus obras, la crononormatividad es también puesta en tensión a través de la utilización de relojes de bazares como soportes sobre los que inviste Vírgenes Rambo que llevan en su corazón bordado al Gaucho Gil, o a través de operaciones de inversión de las letanías del calendario litúrgico a las que les cambia el sentido asignado por el catolicismo. Sus obras reutilizan lo residual, lo insignificante, los objetos que encontramos en los márgenes de las ciudades (territorios baldíos, calles de tierra, rutas nacionales y orillas) tensionando lo bello y lo ridículamente extravagante, moviéndose entre el arte y la artesanía, entre el esplendor de lo seriado y el culto a lo único. Si pensamos que los sueños de exterminio no son más que meras construcciones discursivas, sino formas del afecto social que apuntan directamente al cuerpo, intentando su corrección, higiene e inexistencia, los cuerpos de Aparecido pueden leerse como un continuum donde múltiples partes de un cuerpo conforman un organismo, un cuerpo sin órganos repleto de materialidades plebeyas donde histórica política, mariconería, amistad y formas de resistencia se reúnen para dar una solución, a través del arte, al problema de la hegemonía y la norma cisheterosexual.