7. Estado, poder y políticas públicas

Mensajes contradictorios en las percepciones acerca de la maternidad y la transición juvenil de les referentes institucionales del Programa de retención de alumnas madres, padres y embarazadas de una escuela de la zona sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Posibilidades y limitaciones en el dispositivo del ‘buen maternar’.

  • Guadalupe Fernández Chein (IIEGE, UBA/CONICET; EIDAAES/UNSAM)
Resumen

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en las escuelas de nivel secundario, funciona el “Programa de Retención Escolar de Alumnas/os madres, padres y embarazadas” dependiente del Ministerio de Educación. Este Programa tiene por objeto el acompañamiento de las trayectorias educativas de les estudiantes que transitan su escolaridad gestando, maternando o paternando. Para ello, el dispositivo posee la figura de referentes institucionales, que es desempeñada por personal de la escuela que suma, a sus tareas cotidianas, el ejercicio de este rol.
En esta ponencia analizo los mensajes contradictorios que circulan en la institución acerca de la maternidad y la transición juvenil. Tomo los aportes de los estudios antropológicos de las políticas públicas en su cruce con las teorías feministas del Estado, para interrogar su funcionamiento a partir de pensarlo como un ente de variadas capas que cobija, en sus múltiples instancias y agentes, a un conjunto de ideologías y biografías que contribuyen a la configuración de las relaciones específicas de las instituciones (Haney, 1996; Gaitán, 2014; Medán, 2014).
Presentaré los resultados obtenidos en mi trabajo de campo realizado durante los años 2021, 2022 y 2023 en el que relevé, a partir de diversas estrategias metodológicas, los discursos y prácticas de les referentes institucionales.
La escuela en la que realicé el trabajo de campo no es una escuela aislada, sino que se halla articulada en un proyecto de escuelas que surgieron en la década del ’90 como una respuesta a las políticas neoliberales que profundizaron las desigualdades sociales en la población, con particular impacto en las juventudes de clases populares que quedaron excluidas del acceso a la educación y al mercado laboral. Estas escuelas son denominadas en la actualidad, por la población docente que la habita, como “emem históricas”. En una de esas escuelas surgió, en la década del ’90, un dispositivo institucional llamado “grupos de reflexión” cuyo objetivo era contener ─y retener en la escuela─ a las jóvenes gestantes y/o madres que eran foco de acciones expulsivas del sistema educativo por su condición. Este dispositivo se convirtió en el embrión impulsor de lo que más tarde se institucionalizó en las esferas estatales como el “Programa de retención escolar de alumnas madres, padres y embarazadas”.
El encuadre conceptual antes referido me otorgó la posibilidad de captar el carácter reflexivo de les referentes, en su marco de posibilidades de acción, negociación, disputas y transformación de la política pública más allá de sus objetivos y lineamientos formales. En el análisis de ese entramado, hallé que la dimensión moral y afectiva de la historia institucional configuraba una importante fuente de influencia en la construcción de sus perfiles como referentes y que ello conllevaba a una reformulación de la interpretación de las necesidades de las jóvenes con las que trabajan y, por tanto, de las acciones que llevaban adelante para su abordaje. En consonancia con aquella historia institucional, les referentes sienten más proximidad con las lógicas comunitarias y de prácticas asistenciales a la hora de desarrollar su tarea que con la propuesta formal que proviene desde las esferas ministeriales.
Estos sentidos se entrelazan con sus trayectorias vitales activistas, militantes, formativas, académicas y, en algunos casos, con su pertenencia al barrio y a la institución escolar desde múltiples lugares lo que conlleva a fortalecer las prácticas de cuidado para con las jóvenes a partir de construir sus necesidades desde la carencia.
En contraste con ello, los objetivos del Programa se fueron reconfigurando a lo largo de los años. Desde su génesis ─como propuesta heredada de los “grupos de reflexión” con un anclaje territorial muy específico y lineamientos de trabajo surgidos desde las cartografías situadas de las escuelas─, el Programa se fue reformulando al expandirse a toda la Ciudad de Buenos Aires y a las diferentes modalidades educativas. La interacción con la población docente de cada institución le significó al Programa diferentes tipos de interpelaciones: en un principio ─y en algunas escuelas y modalidades en particular─ le implicó confrontar con posiciones más adultocéntricas y cercenadoras de derechos para con la juventud; en los últimos años ─y con la masificación de algunos discursos feministas─ necesitaron aclarar a determinada población docente que el Programa no promovía la maternidad juvenil.
Este conjunto de interpelaciones, sumado al descenso de la tasa de fecundidad juvenil en las escuelas y a la ampliación del marco legal en materia de derechos sexuales y (no) reproductivos, conllevó a que la agenda del Programa se ampliara a acompañar situaciones que no se circunscribían únicamente a situaciones embarazo, maternidad y paternidad. Desde el Ministerio de Educación se le encomendó la tarea de articular con les docentes de las escuelas para la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral desde su transversalidad curricular, institucional e interinstitucional y de seguimiento al desarrollo de les Promotores Estudiantiles de ESI. Estas reconfiguraciones del Programa surgen por el nuevo marco legal en términos macrosociales, pero al mismo tiempo ─tal como lo manifiestan les “docentes/capacitadores” y sus documentos oficiales─, porque las trayectorias individuales de quienes conforman el equipo así también lo promovían desde sus acciones concretas.
Lo que sostengo en este trabajo trabajo, es que la “agenda de género” impresa en las políticas públicas en materia de derechos sexuales y (no) reproductivos influyó en la reconfiguración de los lineamientos del Programa produciendo que este diluya cada vez más las especificidades y particularidades con las que había surgido y que, al universalizarse como política pública, universalizó el sujeto al que estaba destinado.
Este escenario ha provocado en les referentes institucionales que, pese a tener un acuerdo ideológico con los derechos que se promueven desde la “agenda de género”, presenten fuertes disidencias con los modos en los que llegan las propuestas formales al territorio, por considerar que vienen cargadas de profundos sesgos que no reparan en las realidades de las jóvenes. En consecuencia, la “arquitectura de necesidades” que configuran les referentes institucionales para las jóvenes dista en demasía a las que presenta el Programa desde sus lineamientos de trabajo. En este sentido, les referentes institucionales, aunque son parte del Programa formalmente, se posicionan por fuera de él.