En el siglo XXI nos encontramos ante un escenario sin precedentes en la historia de la humanidad. La devastación ecológica del planeta, la crisis del sistema de salud, la multiplicidad de genocidios en el mundo y la constante producción de miseria ponen en evidencia las consecuencias nefastas que el proyecto de la modernidad como forma de vida ha producido desde 1492. Frente a esta crisis de explotación y destrucción tanto para la humanidad y la naturaleza, la construcción de un nuevo proyecto civilizatorio, que anteponga la vida como criterio fundante debe plantearse como una necesidad de suma urgencia y no como una mera opción. Desde nuestras prácticas diarias como docentes de inglés, creemos que es precisamente en el acto educativo donde podemos ir dando lugar a lo distinto que puede existir a diferencia de lo que existe. Esta visión transformadora de la educación nos alienta a caminar hacia la construcción de un nuevo proyecto civilizatorio transmoderno donde la producción y la reproducción de la vida toda sea posible. Consideramos el diseño de materiales didácticos elaborados artesanalmente como un recurso fundamental ya que es a través de ellos que podemos construir y transmitir otros sistemas de creencias y valores como así también posicionarnos como docentes productores de conocimiento y no como meros consumidores. En el trabajo que presentamos a continuación, compartiremos parte de una unidad didáctica a partir de la cual intentamos recuperar y reconstruir el concepto de comunidad de vida proveniente de la visión milenaria de los pueblos originarios que comprende tres actores fundamentales: la naturaleza como madre, el espíritu de los ancestros y los seres humanos. En este trabajo nos dedicaremos, especialmente, a la recuperación del vínculo comunitario con nuestros antepasados para poder reconectar con otras formas de ser y estar en el mundo incomprendidas y negadas por la racionalidad moderna.